Para una adecuada intervención en las actividades físicas con alumnos con discapacidad hay que tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales:
- La persona como individuo único y con características propias.
- El contexto social donde vamos a intervenir.
- El proceso de aparición de la discapacidad.
- Los recursos de los que disponemos.
En muchos casos, el problema del alumno o la persona que sea puede ser diverso, desde: no poder desplazarse, de no poder resistir un esfuerzo prolongado, el no comprender lo que se le dice, ser incapaz de sujetar un objeto, no entender la información, no soportar entornos con mucho ruido o cambiantes...Cualquiera de estas deficiencias provocará dificultades de aprendizaje.
Para evitar todas estas dificultades se produce lo que llamamos adaptación, que es un proceso individual sobre una persona determinada a la que se le ofrecen medios especializados e intervenciones concretas para que pueda mejorar su capacidad de funcionamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, para programar actividades específicas para el alumnado con discapacidad dentro de una educación general, que favorezcan el desarrollo motor de los niños y que supongan un aprendizaje para toda la vida, hay que centrarse en las actividades físicas adaptadas (AFA). Ello les obliga a los educadores a realizar una educación personalizada y basada en las siguientes directrices:
- Las AFA en los contenidos motrices ordinarios.
- Juegos adaptados.
- Actividades deportivas adaptadas.
- Concienciación y sensibilización al resto del alumnado (de las clases específicas y del resto del centro escolar).
- Medio acuático; un recurso ideal de intervención.
A continuación, os dejo un vídeo donde alumnos de tercer ciclo trabajan los deportes adaptados. Para ello, han tomado conciencia de las discapacidades y se han puesto en el lugar del otro, de la persona con discapacidad.
